Si, a veces nos envuelven los recuerdos...
El olor dulce a las 4 de aquella tarde nublada, cuando la guayaba hervía vigorosamente en aquella olla gigantesca donde mi mamá hacía la mermelada, para luego rellenar una redonda tarta, y llamarme con una sonrisa y un triángulo de aquella delicia, aún caliente...
Los buenos tiempos...
Recuerdo aquellas trepadas a los escaparates de la cocina, para alcanzar las que en ese entonces eran infinitas galletas de todos los tipos, colores, olores y sabores... Oreo, Chip's a hoy, sorbeticos, las famosas ladyfingers que tanto comía sentada en el gabinete, reinitas, newtons, polvorones españoles con naranja y pare usted de contar...
Percepción... mis sentidos se avivan...
También recuerdo la época en la que las licuaba todas con leche, sin importar a quien mezclaba, sólo me comía ese mazacote resultante...
La malicia nocturna, como un ratón que sale a hacer sus fechorías... y cuando todos duermen, abre las compuertas para descubrir un maravilloso mundo lleno de pepitas dulces de arcoiris, de sol y de luna... con las que mi mamá decoraba todas sus creaciones... por qué duraban tan poco??
Arte puro y completamente inútil...
Nunca lo pude ver, -pero si me imagino- el brillo de mis ojos al abrir la nevera y clavarle los dientitos a la barra de panela... al día siguiente mi mamá se reía de mis dichosas "gracias"...
Navidad... pasta secas hechas en casa... de todas las formas, con todos los moldes... recuerdo bañarme en los aromas de las esencias, mientras ayudaba en el proceso... luego las envolvíamos en papel celofán para repartirlas... miles..eran miles... lo recuerdo como si fuera ayer...
Torta de fresas con crema chantilly, la famosa torta Sara Bernardt, la cual, despues de una dura aceptación, hacía madurar mi paladar de niña para descubrir sabores más fuertes, más intensos...
Pasos fuertes y definidos...
El bienmesabe de coco, la marquesa de almendras que hacían mis primas para venderle a los restaurantes de alta cocina merideños...las gelatinas decoradas.. los cursos de cocina iban y venían.. siempre había una nueva receta...
El biscochuelo de las paraduras del niño, el pan de guayaba...los bocaditos de guayaba!! las conservas de coco que vendía el señor del kiosko allá en belenzate... como deliraba por un cuadradito color crema de esos... abrillantados andinos y melcocha en el mercado principal... las fresas con crema de "La Argentina"... tambien los waffles con helado...
Moras, moras... de la tierra merideña...vino de mora... el que degusté desde muy pequeña... Fresas, kiwi, níspero... dulces resplandores...
Frutos de la tierra que ahora extraño...que ahora recuerdo...
El rocolate, el primero que probé... las frunas, las barras de caramelo masticable y los salvajitos!! pagar 20 bolívares (débiles???)por un bati-bati, y al final luchar para poder darle el primer mordisco al inmenso chicle del fondo...el helado BOM BOM, con leche condensada por dentro, esa paleta que tenía yogurt... la crema real... el carlton! (aunque nunca superó a la samba)...
Las mañanas de choco musli, de pop corn, de chiky cookie, fruit loops, ABCitos y todos los que a mi se me antojaran...
Las tardes nubladas de chocolate caliente y marshmallows... de sandwich de chocolate derretido...
Au revoir!!!
Los buenos tiempos...
Recuerdo aquellas trepadas a los escaparates de la cocina, para alcanzar las que en ese entonces eran infinitas galletas de todos los tipos, colores, olores y sabores... Oreo, Chip's a hoy, sorbeticos, las famosas ladyfingers que tanto comía sentada en el gabinete, reinitas, newtons, polvorones españoles con naranja y pare usted de contar...
Percepción... mis sentidos se avivan...
También recuerdo la época en la que las licuaba todas con leche, sin importar a quien mezclaba, sólo me comía ese mazacote resultante...
La malicia nocturna, como un ratón que sale a hacer sus fechorías... y cuando todos duermen, abre las compuertas para descubrir un maravilloso mundo lleno de pepitas dulces de arcoiris, de sol y de luna... con las que mi mamá decoraba todas sus creaciones... por qué duraban tan poco??
Arte puro y completamente inútil...
Nunca lo pude ver, -pero si me imagino- el brillo de mis ojos al abrir la nevera y clavarle los dientitos a la barra de panela... al día siguiente mi mamá se reía de mis dichosas "gracias"...
Navidad... pasta secas hechas en casa... de todas las formas, con todos los moldes... recuerdo bañarme en los aromas de las esencias, mientras ayudaba en el proceso... luego las envolvíamos en papel celofán para repartirlas... miles..eran miles... lo recuerdo como si fuera ayer...
Torta de fresas con crema chantilly, la famosa torta Sara Bernardt, la cual, despues de una dura aceptación, hacía madurar mi paladar de niña para descubrir sabores más fuertes, más intensos...
Pasos fuertes y definidos...
El bienmesabe de coco, la marquesa de almendras que hacían mis primas para venderle a los restaurantes de alta cocina merideños...las gelatinas decoradas.. los cursos de cocina iban y venían.. siempre había una nueva receta...
El biscochuelo de las paraduras del niño, el pan de guayaba...los bocaditos de guayaba!! las conservas de coco que vendía el señor del kiosko allá en belenzate... como deliraba por un cuadradito color crema de esos... abrillantados andinos y melcocha en el mercado principal... las fresas con crema de "La Argentina"... tambien los waffles con helado...
Moras, moras... de la tierra merideña...vino de mora... el que degusté desde muy pequeña... Fresas, kiwi, níspero... dulces resplandores...
Frutos de la tierra que ahora extraño...que ahora recuerdo...
El rocolate, el primero que probé... las frunas, las barras de caramelo masticable y los salvajitos!! pagar 20 bolívares (débiles???)por un bati-bati, y al final luchar para poder darle el primer mordisco al inmenso chicle del fondo...el helado BOM BOM, con leche condensada por dentro, esa paleta que tenía yogurt... la crema real... el carlton! (aunque nunca superó a la samba)...
Las mañanas de choco musli, de pop corn, de chiky cookie, fruit loops, ABCitos y todos los que a mi se me antojaran...
Las tardes nubladas de chocolate caliente y marshmallows... de sandwich de chocolate derretido...
Tantas memorias dulces me recuerdan que la vida no puede ser tan mala...
Definitivamente tuve la mejor de las infancias... y sin duda, la más dulce...
Definitivamente tuve la mejor de las infancias... y sin duda, la más dulce...
Au revoir!!!
2 comentarios:
Holaaa! tiempo sin pasar a saludar. Super cutes tus fotos... and BTW Los Paranoias rocks!!! jajaja un día voy a ser novia de uno de ellos sólo para decir que tuve un novio rockero :)
Q bueno q los apoyas!
mwahs!
este articulo esta dulcisimo!!!! jajaja me dieron ganas de comer azucar... EUGHHHHHHH JAJAJAJA =D
C YAAAAAAA
Publicar un comentario