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Chapunzel
Había una vez una pareja de campesinos en Sabaneta, que desde hacía mucho tiempo deseaba no tener hijos. Pero como eran tan brutos, sus sueños no se hicieron realidad. La mujer quedó embarazada.
La futura madre miraba por la ventana los pedazos de chicharrón con pelo que vendía la vecina. Se le hacía agua la boca nada más de pensar lo maravilloso que sería poder chuparse toda esa grasa.
Sin embargo, los chicharrones pertenecían a la bruja de la suegra, llamada Rosinés, y por eso nadie se atrevía a comerlos. Pronto, la mujer ya no pensaba más que en esos chicharrones, y por no querer comer otra cosa empezó a quejarse y quejarse. Su esposo, harto de tanta quejadera, resolvió entrar a escondidas en casa de su mamá cuando cayera la noche, para robarse algunos chicharrones.
"Los más pelúos" - dijo la mujer.
La mujer se comió tooodos sus chicharrones, pero en vez de calmar su antojo, lo empeoró. Entonces, el esposo regresó a la casa de la mamá. Esa noche, Rosinés lo descubrió.
¿Cómo te atreves a robar mis chicharrones, carajito? ¿Así es que te he criado yo?? -chilló.
Aterrorizado, el hombre le explicó a su mami que todo se debía a los antojos de su mujer.
Claro, esa mujercita con la que te casaste!!! no sirve ni para lavarte bien la ropa!!! Mira muchachito, puedes llevarte los chicharrones que quieras, mira, estos están bieeen "peluítos" -dijo Rosinés -, pero a cambio tendrás que darme al bebé cuando nazca.
El hombre no tuvo más remedio que aceptar. Tan pronto nació, Rosinés se llevó al adefesio que había nacido. Lo llamó Chapunzel. La fealdad de Chapunzel aumentaba día a día. La "abuela" resolvió entonces esconderlo para que nadie en Sabaneta muriera del susto.
Cuando Chapunzel llegó a la edad de los doce años, Rosinés se lo llevó a lo más profundo del campo y lo encerró en una torre sin puertas ni escaleras, para que no se pudiera escapar.
"El imperio viene por ti hijo mío!!! debes estar bien salvaguardado para que el ejército McDonalds te asesine!!!"- dijo Rosinés-
Esto ocasionó que la criatura se volviera paranoica. Cuando Rosinés iba a visitarlo, le decía desde abajo:
-Chapunzel, tu lengua deja caer!!! El cabello no! es muy chicha y me raspa!!!
El adefesio dejaba caer por la ventana su laaaaaaaarga y babosa lengua, y la abuela subía.
Al cabo de unos años, el destino quiso que un viejo verde llamado Fidel, pasara por el bosque y escuchara los planes bélicos de Chapunzel -contra Mister Busssss-, que planeaba un golpe de estado para pasar las horas. Fidel se sintió atraído por todos los deseos macabros, y quiso saber de dónde provenían.
Finalmente halló la torre, pero no logró encontrar ninguna puerta para entrar. Fidel quedó prendado de aquel odio, de aquellas quejas "mejmmasss". Iba al campo tantas veces como le era posible. Por las noches, regresaba a su reino Cubano con el corazón destrozado, sin haber encontrado la manera de entrar. Un buen día, vio que Rosinés se acercaba a la torre y llamaba a la criatura.
-Chapunzel, tu lengua deja caer.!!!
Fidel observó sorprendido.
- "Ahh con que así era la cosa mi helmano!!, ya va'vé esta Chapunzel como me la secuejtro pa dominá Venezuela..vaialo!"
Entonces comprendió que aquella era la manera de llegar hasta el monstrico del odio feroz. Tan pronto se fue la abuela, el príncipe se acercó a la torre y repitió las mismas palabras:
-Chapunzel, tu lengua deja caer.!!!
La criatura caer la lengua y el príncipe subió. Chapunzel tuvo miedo al principio, pues jamás había visto a un hombre. Sin embargo, Fidel le explicó con toda la lentitud cadavérica que lo caracteriza, cómo se había sentido atraído por su rencor. Luego le pidió que se casara con él, para formar juntos un reino perfecto y socialista, con un pueblo oprimido, mientras ellos disfrutaban de la buena vida. Sin dudarlo un instante, Chapunzel aceptó.
En vista de que Chapunzel no tenía forma de salir de la torre, Fidel prometió llevarle una mata de coca -directo de La Habana- cada vez que fuera a visitarla. Así, podría tejer una malla de hojas y escapar. Para que la abuela no sospechara nada, Fidel iba a visitar a su amada por las noches. Sin embargo, un día Chapunzel le dijo a la bruja sin pensar (como cosa rara):
-Tú erej mucho máj pesada que Fidel mejmoooo.!!!
-¡Me has estado engañando! -chilló la vieja enfurecida y cortó la lengua de la muchacha. (el sueño de todos los venezolanos)
Con un hechizo, la bruja envió a Chapunzel a una tierra apartada e inhóspita. Luego, ató la lengua a un garfio junto a la ventana y esperó la llegada de Fidel. Cuando éste llegó, comprendió que había caído en una trampa.
-Tu criatura habladora y belicosa ya no está -dijo Rosinés con voz chillona -, ¡y no volverás verla nunca más!
Transido de dolor, Fidel saltó por la ventana de la torre. Y como hierba mala nunca muere, sobrevivió pues cayó en una enredadera de espinas. Lo único bueno fue que las espinas le hirieron los ojos y el desventurado Fidel quedó ciego (aunque siempre lo ha estado).
¿Cómo buscaría ahora a Chapunzel?
Durante muchos meses, vagó por los campos, sin parar de llorar. A todo aquel que se cruzaba por su camino le preguntaba si había visto a una criatura horrenda con odio hacia el resto del mundo, llamada Chapunzel. Nadie le daba razón.
Cierto día, ya casi a punto de perder las esperanzas, Fidel escuchó a lo lejos una cadena de Radio y Televisión. Reconoció la voz de inmediato (¿quién no?) y se dirigió hacia el lugar de donde provenía, llamando a Chapunzel.
Al verlo, Chapunzel corrió a abrazar a su amado.
"Ha llegado Fidel mejmoooo!!!! Aplaudan compatriotas!!! Aplaudan!!"- dijo el adefesio.
Lágrimas de felicidad cayeron en los ojos de Fidel.
"Pol fin voy a dominar al mundo!!!"- se dijo.
De repente, algo extraordinario sucedió:
¡Fidel recuperó la vista! (c*ño de la m*dre!!)
Fidel y Chapunzel se casaron poco tiempo después y fueron una pareja muy feliz, disfrutando del dinero de sus naciones y arruinando a sus respectivos habitantes.
FIN
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[P.S: la foto la conseguí por google, no tengo nada que ver con ese montaje..haha]